Cada vez hay más noticias sobre los efectos nocivos de los cigarrillos electrónicos.
Desde la Sociedad Española de Neumología, se nos aconseja a los profesionales sanitarios a que no solamente preguntemos a los pacientes sobre el uso del tabaco convencional, sino también del consumo de otros productos tóxicos, entre ellos el consumo del cigarrillo electrónico, ya que ha habido un aumento de personas con enfermedad pulmonar grave y que están ligados al consumo de estos.
En un principio, en algunos sectores, se vio como una posible ayuda para dejar de fumar, incluso en Reino Unido se está utilizando en la lucha contra el tabaquismo, pero aunque es verdad que la nicotina es lo que crea la adicción, el cigarrillo electrónico o vapeador lleva muchas otras sustancias, de las cuales se sabe con certeza que algunas son cancerígenas, aumentan las probabilidades de enfermedades respiratorias crónicas, facilitan las infecciones respiratorias y otras de las que no se sabe qué consecuencias tendrán sobre la salud a la larga tras su consumo.
En España también hay un movimiento para el apoyo de estos cigarrillos que se llama MOVE, que pide trabajar con los e-cigarros para la deshabituación, su argumento es que causan menos daño que el tabaco convencional, pero los expertos en respiratorio están en contra, ya que no hay ningún estudio científico que lo avale e incluso puede ser una puerta de entrada para que los más jóvenes comiencen a fumar. También la ERS (Sociedad Europea de Respiratorio) hizo un informe en el que niega que el uso del cigarrillo electrónico sea una buena estrategia para la deshabituación tabáquica, ni como disminución del riesgo con respecto al tabaco ni como ayuda para dejar de fumar, incluso hay casos en los que se pasa a ser fumador de las dos , el habitual o tradicional en los sitios donde se puede y el vapeador en los sitios donde está prohibido fumar tabaco convencional.
En EEUU, que es uno de los países que más se ha posicionado en contra del vapeo, y que está haciendo una vigilancia más exhaustiva sobre el consumo, ha detectado personas afectadas por el uso de estos dispositivos y otros productos relacionados con él, estas personas tienen síntomas respiratorios como tos, dificultad para respirar o dolor torácico y síntomas gastrointestinales como náuseas, vómitos, dolor abdominal y diarrea. No solamente están los síntomas, sino que además hay alteraciones radiológicas que indican afectación pulmonar. Se han descrito cerca de 500 casos confirmados, y otros tantos con sospecha, generalmente es gente joven (la media de edad es de 19 años) y que muchos han necesitado asistencia en la UCI, ventilación mecánica y desgraciadamente también muertes. Las posibles causas son, además de los compuestos de estos productos, la adulteración y la compra de estos en el mercado negro.
Por lo que te aconsejo que para dejar de fumar preguntes en tu centro de salud, te ayudarán y te informaran de los productos seguros que hay para ello. Y si quieres ir empezando echa un vistazo a la siguiente guía de la SEPAR: Te ayudamos a dejar de fumar
También puedes consultar esta entrada sobre otras formas de fumar
Pulmonary Illness Related to E-Cigarette
E-Cigarettes: Use, Effects on Smoking, Risks, and Policy Implications
Revista Española de cardiología
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