Carta por una vida.

Hola a todos.

Mi nombre es Ángel y voy a intentar trasladar en palabras algo que va más allá de cualquier otra experiencia que hayas podido vivir hasta el momento.

El día 20 de Marzo me trasladaron en ambulancia «especial» al hospital de » La Princesa» de Madrid, a los que nunca podré agradecer ni en dos vidas que tuviera todo los esfuerzos, trabajos y comprensión que me dispensaron.

Después de analíticas, placas de rx, prueba específica de covid19, electrocardiograma y toma de constantes me diagnosticaron neumonía por covid 19, con posterior traslado por la UME a otro hospital para la continuación del tratamiento.

Era plena expansión de la enfermedad y aún no todo estaba preparado, por lo que después de dos días más en «observación 2» de urgencias empezaron a abrir nuevas salas exclusivas donde junto a quince enfermos más de covid ingresé en la cuarta planta del mismo hospital.

Gracias a Dios y especialmente a a todos los sanitarios ( médicos, enfermeras, auxiliares y demás) a la semana del ingreso fui dado de alta con la continuidad del tratamiento antibiótico y cuarentena en mi casa.

En cuanto al sentimiento, eso es otro cantar. Al principio entras en pánico, y es el miedo el que no te deja hacer ni pensar en nada. Es algo negro, denso, que para el tiempo y tus sentidos. Cuando te confirman el diagnóstico de covid entiendes la gravedad. Es entonces cuando te piden la autorización para empezar el tratamiento y te explican que van a luchar contigo.

Y ves que todo el personal que te cuida lo hace con un esfuerzo y una vocación más allá de lo profesional, sabiendo del riesgo que suponíamos cada uno de nosotros para su salud.

 

Es entonces cuando cambias de actitud y comienzas a ponerte en modo «combate». Cada día que pasas sin fiebre es un eslabón para salir de allí . Bien es cierto que todos los que a tu lado se fueron son un pellizco que te llevas en el alma y que no olvidarás. Pero seguimos viviendo, sintiendo y, cómo no, luchando para continuar dando toda la guerra que podamos.

Seguir dando las gracias a todos los profesionales sanitarios que más allá de su trabajo y profesionalidad llevaron el cariño, la dedicación, el amor y la comprensión a todos los que pasamos por allí.

Muchas gracias, sin vosotros no hubiera sido posible.

Gracias.